A SEGUIR TRABAJANDO QUE LOS ÉXITOS LLEGARÁN

La Comisión Taurina de Borriol y la Asociación Cultural Taurina Amics del Bou de Sant Vicent, han revalorizado los festejos taurinos del mes de abril en esta localidad. Y lo han hecho a base de trabajo, dedicación y mucha afición. 

Lo primero, confeccionar unos buenos carteles los dos últimos años, con toros cerriles de primer nivel, buena presentación y dando al ganadero de corro ganador del concurso de agosto, el toro embolado del viernes y la tarde del sábado, muy buena iniciativa.

Lo segundo, cuidar al protagonista de la fiesta, el toro, recubriendo la calle principal de arena para su beneficio. Es de agradecer este tipo de cosas, ayudan y benefician al espectáculo. Ha sido la propia asociación quien ha costeado este servicio durante este año.

Y tercero, también realizado por miembros de la asociación, el recuperar los antiguos corrales del Rajolar. Han adecuado de nuevo estos dos chiqueros para que su astado pudiera salir desde allí como antaño.

El resto ya no depende de la comisión o de la peña, que el juego de los astados sea mejor o peor ya no depende de ellos, y que hayan más o menos rodadores tampoco. Si se sigue así el éxito llegará, y algún año algún toro embestirá.

El primero en salir fue Lucido nº 46 guarismo 1 de Hato Blanco (sustituto del titular al partirse un pitón) de Amics del Bou de Sant Vicent. Tras una entrada al recinto de los numerosos socios, y de que Adrián Pérez pidiera matrimonio a su pareja, el ejemplar salió con piernas desde los corrales del Rajolar. Salió siempre muy suelto y nunca acabó de centrarse. Correteó el recinto pero sin emplearse. Lo mejor su presentación, armónico y bien puesto de pitones.

Margarito nº 690 guarismo 1 de El Torreón salió con algo más de chispita. Me encantó su estampa, un toro sevillano, colorado anteado y ojo de perdiz, con la cara perfecta, dos astas simétricas y bien puestas. Se quedó en la curva de abajo del recinto de asfalto y ahí acudió a los pocos cites que le dieron. Cuando volvió a la arena, se llevó únicamente un quiebro, y fue rápidamente encerrado. Me hubiera gustado observarlo un poco más para terminar de definir su comportamiento. No terminé de verlo, solamente a un par de banderas se vio que quería humillar y cogerlas por bajo.

Las emboladas nocturnas se vieron condicionadas por la final de Copa del Rey, muy poca gente en el recinto y poca guerra les dieron a los astados. 

A veces, la suerte no va de cara y este tipo de cosas te hacen desilusionarte, ves el trabajón que hay detrás y que la cosa acabe así te decepciona. Pero no queda otra, a seguir trabajando que los éxitos llegarán.