PELAJES DEL TORO DE LIDIA: PINTAS NEGRAS

 Cerramos el capítulo de los pelajes del toro de lidia con las pintas negras. Más adelante puede que continuemos con los accidentales o particularidades que acompañan al pelaje básico.

Adquieren este nombre los ejemplares cuya pinta está formada por pelos de esa única tonalidad negra. Tienen una pigmentación máxima por su riqueza en melanina. El efecto negro se produce por una agrupación de los gránulos de este pigmento en el interior de los pelos, de forma que son totalmente opacos e interceptan el paso de la luz. El negro de la capa se ve reforzado porque los pelos se extienden sobre una piel que también tiene una coloración muy oscura. 

Las pintas negras son mayoritarias en el toro de lidia actual, representan cerca de 80% del total. Este alto porcentaje se debe esencialmente a que la mayoría de las vacadas tienen su origen derivado del tronco de Vistahermosa, donde estas capas son predominantes. Una de las ramas con mayor predominio es la de Murube-Urquijo.

Según comenta Adolfo Rodríguez Montesinos en su libro de "Pelajes y Encornaduras del Toro de Lidia", algunos autores han pretendido justificar la hegemonía de este pelaje porque dicen que éstos son más bravos, por lo que se han impuesto paulatinamente a los restantes. 

Sin embargo, también dice Adolfo, que esta teoría tal vez resultase acertada en los siglos precedentes, aunque en la actualidad se pueden lidiar toros bravos y mansos de cualquier capa, sin que existan datos que justifiquen la mayor o menor bravura de unas y otras, salvo por la circunstancia de que se lidian muchas más reses negras que de otras pintas.

Algunos criadores justifican su preferencia por las pintas negras en la presión realizada por los toreros, argumentando que a estos jamás se les olvida un mal toro de una ganadería determinada cuando luce un pelaje característico, como ensabanado, jabonero o berrendo, lo que les lleva a rechazar los ejemplares de esas pintas en lo sucesivo. 

La selección en favor de las pintas negras se ha visto ayudada por la genética, ya que son dominantes y absorben a la mayoría de pintas claras.

Dentro del negro, existen tres variedades principales en función de la gradación de la tonalidad de la pinta. Pasamos a resumirlas:

  • Negro zaino: son los toros con pelos de color negro mate, sin brillo ni matiz alguno, con la condición de que no presenten ningún pelo blanco. La palabra Zaino indica únicamente ausencia total de pelos blancos en la pinta, por lo que no es un calificativo exclusivo de los ejemplares negros, sino que podría aplicarse a cualquier otro que cumpla esta premisa. Sin embargo, la popularización del término ha hecho que se generalice su uso para las reses negras, hasta el punto que son las únicas para las que se emplea.

Toro de la ganadería de La Paloma de pelaje negro zaino.

  • Negro azabache: es el toro de capa negra, fina, aterciopelada y lustrosa, que presenta un reflejo azulado producido por la acción de los rayos del sol sobre la brillantez del pelo. Es la variedad más bonita dentro de las capas negras, presentando la máxima acumulación de melanina en el pelo. 

Toro de la ganadería de Isaías y Tulio Vázquez de pelaje negro azabache.

  • Negro mulato: pinta negra que presenta una tonalidad parduzca o rojiza parecida al pelaje de los mulos, de donde deriva el término. Las capas mulatas están influenciadas por la acción del sol, que tiene un efecto inhibidor de la melanina en el vacuno, y así, en las zonas de la piel del animal que reciben más directamente rayos solares, aparecen con mayor abundancia los pelos pardo-rojizos entremezclados con los negros.
Toro negro mulato de la ganadería de Manuel Blázquez.

Bibliografía:  
  • J.L. Prieto Garrido-J.Del Pino Martínez. (2013). "Guía de campo del toro de lidia. Pintas, particularidades y encornaduras". Editorial Almuzara.
  • Adolfo Rodríguez Montesinos. (1994). "Pelajes y encornaduras del toro de lidia". Consejo general de colegios veterinarios de España.

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