GANADEROS DE CORRO PARA LA HISTORIA: L´HORTOLÀ

 José Salvador Bellés fue un ganadero icónico, un mito para muchos, un mago del ganado de corro que con una sola mirada a una becerra recién nacida sabía si debía seguir mamándo leche a su madre o no. Tenía un don especial,  nunca fue a la escuela pero fue un catedrático del ganado, con una intuición innata. 

José Salvador Bellés "L'Hortolà".

Nació en 1908 y se crió en el castillo de Albalat, en La Ribera de Cabanes, en una finca que regentaban sus padres que se dedicaban a su rebaño de ovejas y a la tierra. De ahí le viene el apodo de L'Hortolà, a su padre ya le llamaban así, y su abuelo, que descendía de Atzaneta del Maestrat, le sacaron ese sobrenombre porque era de los únicos que tenía una cenia donde plantaba la huerta.

Su hermano nunca tuvo afición, al contrario que él, que de pequeño ya se escapaba para ir a ayudar al tío Germán a guardar el ganado. Sin ningún precedente, ya demostró que nació con esa pasión entre sus venas. Poco a poco con sus vivencias fue forjando una base que le valió, para años más tarde, crear un ganado único. 

Se dedicó primero a ayudar y criar ovejas junto a su padre, hasta que ya de más mayor - ya casado- en 1952, decidió dar el salto, y con muy poco dinero adquirir una punta de vacas a Braudio de Valdelinares. Así nos lo relata Pepe, su hijo mayor: 

"Aquellas vacas eran la mitad de aquel hombre, y la otra mitad del tio Batiste el Gallo. Mi padre compró todas las becerras que le gustaron, yo fui, era joven. Mi padre me preguntaba que cuales me gustaban, y a mi las que más, eran las pintadas, las más estrambóticas. Las bajamos a pie de allí arriba. Había pintas, alguna salpicada, y buenas que fueron para los pueblos. De allí salieron la Modista, la Perdigona, y algunas más. Posteriormente le compramos al tio Batiste su parte y dos o tres vacas a Soneca.

Este ganado de Braudio y Batiste "El Gallo" lo compraron al abuelo Oña, Jose Crespo Gil, y según tenemos entendido, venía de una compra que realizó a Samuel Flores en el año 1926, y algunas compras puntuales de ganado del terreno.

Otra de las compras importantes fue a Simón de Segorbe, ganado oriundo de Samuel Flores, y en el que se trajeron vacas chorreadas (o agatadas como les llaman por aquí), coloradas, berrendas y bragadas. Según nos comenta Pepe, estas vacas fueron a menos, las de Braudio aguantaron mucho mejor la bravura. 

El primer semental que tuvieron fue el toro Guardián, lo compró de un ganado de Amposta, pero a L'Hortolà no acababa de gustarle, seguramente porque era negro. Uno que ya comenzó a marcar la vacada fue Candelario, hijo de una vaca bragada que adquirió al abuelo Oña.

"Ese era un buen toro, hoy valdría una fortuna, era bravo, listo. Lo criamos aquí ya. Venía de Oña pero de una vaca que compró, no de su raza. La madre se llamaba Candelaria, y el padre Rompesillas" - relata Pepe.

Toro Candelario. La pata salpicada de atrás es de la vaca Perdigona.

Uno de los pilares principales y más conocido fue el toro Primero, ejemplar negro bragado, hijo del Candelario y de la vaca Rifeña, muy noble en el campo y que cogió mucha fama por estos pueblos. Pepe nos cuenta algunas actuaciones de este ejemplar:

"El Primero era un toro muy listo, de un bocado te sacaba de dentro del banco. En Cabanes lo llevamos una vez, el alcalde nos dijo que como íbamos por los pastos, le teníamos que llevar el toro. Había cogido fama porque lo habíamos llevado a Villanova y Useras y en los dos pueblos tumbó el banco, y querían verlo en las fiestas de agosto. Estuvo solo diez minutos en la plaza, fue a una barrera, se metió dentro y cazó a un hombre. No le hizo nada, pero le dio bien. Nos hicieron encerrarlo y al año siguiente el alcalde no nos dejó entrarlo". 

Fue uno de los sementales que marcó un antes y un después, todas las hembras de él se las guardaban porque salían muy buenas. También fue a cubrir a casa de Los Chacales, a los que le prestaron el toro para que preñara vacas durante cuatro meses, luego volvió. Pasados unos años, cuando ya era viejo, los Machancoses se lo compraron, así lo recuerda Pepe:

"Era un toro viejo y con los Machancoses mi padre era amigacho, y no paraban de querer comprarlo. Y  para que corriera las vacas el otro toro, el Decidido, mi padre decidió venderlo." 

Toro Primero.

Toro Primero, al fondo la vaca Aviona.

Toro Primero de novillo.

Toro Primero.

Toro Primero.

Si Primero fue el toro más conocido, la mejor vaca y que más se estimaba L'Hortolà fue la Modista. Venía de las vacas que compró a Braudio, y se caracterizaba por levantarse y ponerse recta en los carros. Era negra bragada y coletera, bien armada de cuerna, y muy lista en su comportamiento. 

"Si le hubieras dicho que la vaca Modista era un trasto, te hubiera pegado un tiro. Se la estimaba mucho, era muy lista. "Mira a aquel, aquel que está encima de los carros lo cogerá", y salía y lo cogía. Se plantaba y a veces la patas le pasaban por encima de la cabeza del hombre. 

La vieron unos de Amposta y porque se levantaba derecha en la barreras se la querían comprar. Y le decían a mi padre " pide pide" pero no la vendió. Un animal que se estimaba no lo vendía, ahora, uno que no, lo hubiera regalado si hubiera venido bien" - nos comenta Pepe acerca de Modista.

Vaca Modista.

Vaca Modista.

Pintura de la vaca Modista realizada por M.Castell en 1970.

Otra de las vacas estrella que recuerda fue la Decidida. Hija de la vaca Presumida, que la recogió L'Hortolà del abuelo Oña pero venía del tío Germán, hija a su vez de la vaca Pesetera. Presumida era colorada bragada y vino junto a Teulaina, ésta hija de Carcelera. Estas vacas del tío Germán podrían venir según nos cuenta su sobrino, de ganado oriundo de los antecesores de Jacinto Ortega, con alto porcentaje de procedencia veragüeña, de ahí alguno de los accidentales. Sobre la vaca Decidida Pepe nos cuenta lo siguiente:

"Era una vaca con los pitones cerrados que clavaba la cabeza en las barreras, valdría para las plazas de ahora. En el Grao de Castellón un día hirió a seis personas en una plaza portátil que montaron. El médico que era amigo mío me dijo "esa vaca no la traigas más que me da mucha faena" . De las mejores vacas que hemos tenido. Esta tuvo un hijo de nombre Decidido, medio torito, bravucho, negro y los pitones cerrados. El padre sería el Bailador o el Fundador".

A la izquierda con los pitones cerrados, la vaca Decidida.

Toro Decidido, hijo de la vaca Decidida.

Bailadora y Profesora también las recuerda Pepe, la primera era una vaca grande, negra listona bragada, y muy brava, tuvo un hijo de nombre Bailador. Por su parte, Profesora era hija de la vaca Modista, negra listona, y muy brava, parece ser que cuando la rodaban se tenían que atar las zapatillas, sobre todo en las plazas grandes. 

En primer plano la vaca Bailadora, a la izquierda el toro Primero.

Una de las cosas que le gustaba mucho hacer a L'Hortolà es ir a los pueblos a ver vacas trabajar de otros ganados, siempre escondido entre la gente, nunca se ponía delante. Cuando veía una vaca que le gustaba, hasta que no la tenía, no paraba, no miraba el precio.

Un ejemplo de ello fue la vaca de pelaje cárdeno de nombre Tortolilla del tío Higino Peris de El Puig. Un día fue a verla a Moncofar y le encantó, y no se lo pensó dos veces. Llegó a pagar 30.000 pesetas por ella, una auténtica barbaridad, y cuentan que cuando se cerró el trato al tío Higinio le temblaba la mano. A ambos les unió una gran amistad.

Las compras a Higinio fueron esporádicas pero marcaron también mucho en la casa Hortolà. Otro ejemplo de ello es la vaca Florista, madre de la Camillera. Escuchen lo que dice Pepe al respecto:

"Le compramos la vaca Florista al tio Higinio, y con ella venía de becerra la Camillera, que me la dio el tio Higinio a mí. Le dijo a mi padre, "págame la vaca y la cría para tu hijo que le gustan las vacas pintas". Todas las que salían pintas nos las guardábamos porque a mi padre le gustaba mucho este pelaje, como a mí".

Todos los accidentales berrendos venían de esta vaca, Camillera sacó muchas pintas, Doncella (curra), Florista, Violeta, Amapola, Vanidosa, Graciosa...

La famosa vaca Camillera.

Otra adquisición importante al tío Higinio fue la vaca Carbonilla, por la que llegó a pagar 15.000 pesetas.

Al fondo la vaca Carbonilla. En primer plano, el toro Carbonero.

La vaca Carbonilla en el Grao de Castellón en 1958.

A parte de todo lo mencionado hasta ahora, también destacaron algunas otras compras. 

A Rufinio Milián, quien regentaba la plaza de toros de La Viña en Benicasim y exhibía allí añojas de Fraile de Zaragoza, le compró algunas becerras. La que L'Hortolà veía que aguantaba la bravura, la compraba. La mayoría se venían a bajo, pero la que aguantaba era bien buena. Una de las mejores de aquí fue la vaca Masiel.

A Pepe el Charnego (padre del actual ganadero) le realizó varias adquisiciones. La vaca Cachuela y la vaca Ballestera. Esta última le costó mucho dinero, la vio en un pueblo de Terres de l'Ebre y se enamoró de ella. Respecto a la Cachuela, Pepe rememora una anécdota:

"La vaca Cachuela me cogió a mí en Torreblanca por San Antonio. Por la noche, cuando se lo conté a mi padre, me dijo que porque no la había matado de una garrotazo. Era una vaca brava y lista, esa tarde por las calles cogió a ocho personas".

Adicionalmente, compró cuatro vacas al Mangante que procedían de Bienvenida hermana de Pepe el Charnego: Cañonera, Cordobilla, bragada salpicada (era muy brava), Gitana y otra, y también la mansa Mandarina. 

Lo último que hemos podido recopilar de la confección de este primer ganado por parte de L'Hortolà es la compra del toro Coronel de Los Chatos de Torreblanca. Era hijo de la vaca Coronela, y debía de venir de algún sitio bueno porque lo tiró a las vacas. Era bragado, calcetero y careto, seguramente debía venir del toro Banderín del tío Germán, que tenía un pelaje similar, pero es algo que no hemos podido corroborar.

Por otra parte, algo que Pepe el hijo de L'Hortolà nos desmintió rotundamente, es que su padre comprara un sobrero de la ganadería de Francisco Galache de la plaza de toros de Castellón:

"Eso es todo mentira. ¿Mi padre tenía que comprar un toro de esos cerril con los toros buenos que teníamos para coger las vacas?"

Con todo ello, Jose Salvador Bellés consiguió forjar y crear un ganado a su modo, buscó vacas y toros listos e inteligentes, con malos sentimientos y mala leche. De esa manera conseguía que duraran en el tiempo. Pepe nos hablaba así de su padre y su manera de ver el ganado:

"Tenía mucha afición, mi padre sabía lo que era una vaca, era listo, de la nada lo hizo todo. Cuando veía una vaca que cogía a alguien y no le hacía nada, decía "un tir i morta" le daba mucho coraje. Yo le decía, "tú acabarías con todas las vacas". Era muy exigente. Cuando veía una vaca lista y que sabía coger a un hombre sin correr, decía "ole vaca"". 

A la izquierda con sombrero, L'Hortolà, al lado un amigo de Alcora dando de comer a Directora.

Hacía una media de veinticinco pueblos al año, que para aquel entonces eran muchos, y había de diferentes cachés, desde 2.000, 3.000, 4.000 pesetas e incluso alguno que pagaban mil duros (5.000 pesetas). Algunos de los más importantes Cabanes, Les Useres, Albocàsser, Traiguera, La Jana, Sant Mateu o Canet lo Roig. A todos ellos siempre llegaban caminando desde su finca en La Ribera. En verano bajaban al Prat, y en invierno subían al monte.

Otra característica de L'Hortolà fue lo buena gente que era, todos los ganaderos de la contornada paraban en su casa para hablar con él, preguntar y aprender el oficio. Su mujer y él siempre los atendían a todos. Le unió una gran amistad con el tío Higinio y Ernesto de El Puig, también con el tío Batiste "El Gallo" y el tío Germán.

Un hombre al que Pepe recuerda con mucho cariño es a José, conocido como Chiquilín, pastor durante muchos años de L'Hortolà:

"Chiquilín era de Les Useres. Estábamos haciendo toros en este pueblo y me dice a mí "Pepe, yo si tu padre me quisiera me bajaría a guardar las vacas", y yo le dije", tienes obligación aquí con tu jefe al que le guardas las cabras". Y hablé con el amo de las cabras, "me ha dicho esto José" (se llamaba así Chiquilín), y el me dijo, "llévatelo que yo las cabras las aguanto por él, a mí las cabras me molestan", y ya se bajó con nosotros. Y aquí se murió, ahí está enterrado en el cementerio, no tenía a nadie más que a nosotros."

Chiquilín con Florista, hija de Camillera.

Chiquilín con el manso Canario.

Miguel Parejo, persona también con un gran vinculo con L'Hortolà, recuerda perfectamente los nombres de las vacas que entró un día junto al Primero en Cabanes: Graciosa, Profesora, Leona, Perseguida y Temeraria. A hilo de este comentario de Miguel, Pepe recuerda a la vaca Graciosa:

"Graciosa era pinta, hija de la Camillera y tenía mucha elegancia, con la esquila, yo le decía a mi padre, "esta vaca no vale un duro", y él me decía, "tu que sabes tú, vale más ver esta vaca correr por la calle que cualquier otra"" .

Nos añade Miguel que recuerda que con catorce años un día se fue a guardar las vacas de L'Hortolà al Mas del Coc mientras hacían la entrada en Cabanes:

"Me acuerdo de la vaca Monetaria, hija de la Modista, y Fernando (el otro hijo de L'Hortolà) me decía, "no te arrimes a la vaca que tiene cría", era una bandida. La vendieron por ello sin probar a los Machancoses. Y también recuerdo a dos así casi todas blancas con puntitos, una se llamaba Segunda, y ambas eran hijas de la Amapola, y nietas de la Camillera".

Antes de vender todo este primer ganado, se hicieron algunas ventas a Vicente Parra y a Armando Beltrán. Al primero se le vendieron veinte animales, se los llevó Pepe a pie hasta Beniscásim, de allí ya se los llevó él. Al segundo varios animales y un manso. Entre ellos, la vaca Camillera y la vaca Artista (que venía del Puig), eran ya viejas y se las cambió por unas vacas más jóvenes. De aquí salió el famoso toro Camillero de Armando, hijo de la Camillera.

Artista, otra de las compras de L'Hortolà a Higinio Peris, que fue a parar a Armando Beltrán.

Miguel nos cuenta otra anécdota curiosa respecto al ganado que se llevó Parra:

"La vaca Decidida y la Modista las acabó Parra, venía hacia Traiguera y Canet lo Roig a pie y yo le vi las vacas y se las conocí todas. Y Parra me decía si yo era el nieto de l'Hortolà, y el abuelo de Grilló que estaba por allí venga a la risa, "que va!!" Esas vacas se las vendió l'Hortolà a Parra del primer ganado, cinco o seis vacas, Decidida, Modista, Puntillera, Carbonilla".

En el año 1973, llegó un punto que L'Hortolà decidió vender el ganado porque su hijo mayor, Pepe, con el que más confianza tenía y más cosas le contaba, no quiso continuar. Los motivos de Pepe fueron tener que atender una tienda de comestibles que se montó junto a su mujer, tenía que ir todas las mañana al mercado a comprar y luego por las tardes atendía a un rebaño de cabras. Quizás le faltó afición para seguir. Por ello, L'Hortolà se cabreó y vendió toda la fuerza de ganado, ya que sabía también que con su otro hijo Fernando, la cosa no iría hacia adelante.

La venta la realizó a los hermanos Picó, Los Chacales de Ondara, y entre los animales que se llevaron se encontraban el toro Coronel, la vaca Ballestera y la vaca Perseguida (hija de la Decidida), entre los más destacados. 

L'Hortolà se quedó únicamente con la mansa Mandarina y  cinco o seis vacas de recrío, una de ellas la vaca Teulaína que estaba coja, y que finalmente se la vendió al tío Cantoné (que luego hizo sociedad con El Gabelo, conociendo esta vaca como La Coixa).

Se cerró una primera etapa en la que L'Hortolà confeccionó una ganadería con animales de gran listeza, de variado pelaje (berrendos, chorreados, morros de fuego, bragados, coleteros, luceros...) y que fue la base para otra ganadería que se consagraría entre las más grandes del momento, Los Chacales.

A partir de aquí, pasaron un par de años hasta 1975, cuando de nuevo le cogió el gusanillo, especialmente motivado porque algún ganadero cercano comentó que ya se había acabado L'Hortolà. Fue a buscar a aquellos sitios en los que él sabía que había vendido ganado y fue comprando hijos y nietos de aquellos toros y vacas que tanto prestigio le dieron, a Vicente Parra, Pascual, Amado de Les Coves, Los Chatos o Zorrilla. Pepe nos comparte su vivencia al respecto:

"Compró de nuevo vacas pero mi padre sabía que con mi hermano no podía salir adelante. Varias vacas de aquí otras de allí. Y de esas había que eran nietas del Primero. Todas las que llevaban la barriga blanca y la patas blancas eran del Primero. Se pensaba que yo hubiera vuelto a los toros. Intentó rehacer el ganado para ver si yo volvía".

Miguel también nos cuenta algunos detalles de la composición del segundo ganado:

"Compró algunas a Rufino, también a un hombre que le llamaban Pascualet que le compraba becerras, de allí se llevó una vaca de nombre Rompedora, que era hija de la vaca Novelera que compró a Peris en el primer ganado. También recogió de Los Chatos, se iba con el vespino a Torreblanca, y hablaba con el Rubio, el pastor de Los Chatos, que sabía las becerras de que vacas venían. Y como necesitaba vacas para sacarlas en la plaza de La Viña para Rufino, pues le compraba las que venían de mejores vacas. La vaca Rubia madre de la Trampista, le pusieron ese nombre porque el Rubio no quería que le vendieran la becerra, su madre era la Estanquera. Después le compró una nieta de la Bandolera buena, que le llamaban Golondrina. Luego también le compró una vaca chorreada guapa, de nombre Temeraria, lo que le pidieron Los Chatos l'Hortolà se lo dio. Solo la entraban en La Aldea porque era complicada, por eso también la vendieron". 

Vaca Rubia.

Otro ejemplar que compró en el segundo ganado y semental clave fue el toro Caramelo, lo adquirió con tres años a Ramón Ángel Marín, y lo hizo porque venía del toro Primero. Caramelo era hijo de Bailador y éste a su vez hijo de Primero y Bailadora, del primer ganado.

Toro Caramelo en Cabanes.

También se hizo con el toro Floriste, un ejemplar berrendo en negro, tocado de un pitón. Floriste era hijo de la vaca conocida como Florista (hija de Camillera) del primer ganado. Lo vendió L'Hortolà de becerro a un camping de Vinaroz y allí se rompió un pitón. Lo recogió el Charnego y de él vienen todas las capas pintas que tiene este ganadero. Del Charnego es de donde lo adquirió L'Hortolà. El padre de Floriste era el toro Primero, y L'Hortolà, sabiendo de donde venía, también lo echó de semental. 

Vaca Florista, hija de Camillera, madre del toro Floriste.

De nuevo surgió la magia y L'Hortolà puso a funcionar otra vez la ganadería. De esta nueva alquimia salieron ejemplares como Jardinero, Modista, Sultana, Pantoja, Rubia, Presumida, Perseguida Clavellina, Trampista, o Madrileño. Volvió a ponerse entre los grandes y a realizar también algunas ventas esporádicas. En esta época es cuando comenzó a herrarse con el hierro HS, de Hermanos Salvador.

Pasaron 10 años hasta que en 1985 y ya con 77 años de edad, L'Hortolà decide partir la ganadería, una mitad para Pepe y la otra para Fernando. A Piedad, otra de las hermanas, también le correspondió una punta de ganado que vendió a Ramón Ángel.

Hablamos con Pepe de ello, pero ya no recuerda tanto de este segundo ganado, solo nos habla de una gran Clavellina y del toro Madrileño, que era hijo del Jardinero, nieto de Caramelo, bisnieto de Bailador y tataranieto de Primero:

"Lo que recuerdo de esa segunda etapa fue el toro Madrileño, era bravo. Mi hermano Fernando se pasó un día por casa y me dijo que fuera a ver la prueba a La Ribera, que iba a sacar un toro de los que me gustan a mí. Fui a verlo y me gustó mucho, era bravo y listo. Hizo cuatro o cinco jeroglíficos ahí delante de un tablao que pusieron, y en un salto se plantó encima a por uno que había allí, me gustó ese detalle. Y se lo dije enseguida a mi hermano, ese toro ponlo con las vacas. Mi padre también llegó a verlo, lo subí a Vall d'Alba adrede y le gustó mucho. Y me decía que ese toro lo tendría que tener yo, que comprara diez o doce vacas y con ese toro. Porque sabía que yo podía hacer algo. Y yo le decía que para que lo quería. Tenía la tienda que me daba mucho trabajo".

Se podría decir que este Madrileño fue el culmen de L'Hortolà, su obra magna. 

Jardinero. Al lado el pastor Chiquilín.

Clavellina.

Clavellina.

Madrileño.

Modista y Manolo Gepa.

Modista.

Clavellina en La Ribera de Cabanes.

Vaca Trampista, madre del Madrileño.

Vaca Pantoja.

Vaca Trampista.

Toro Madrileño en Oropesa.

Toro Madrileño.

Toro Madrileño en Torreblanca.

La decisión de partir la tomó L'Hortolà porque vio que sus hijos no acababan de dedicarle el tiempo necesario, es más, muchos días era Adoración, su mujer, la que iba a guardar el ganado con Chiquilín. Según dicen, tenía una afición tremenda. 

La parte de Pepe se la vendió a Miguel Parejo, alguien a quien la familia tenía un gran aprecio, que estuvo siempre muy vinculado con ellos, así lo relata el mismo Pepe:

"Miguel se crió aquí, venía y nos regaba algunas fincas, tenía muy buena relación con mi padre y mi familia, a Parejet lo quiero mucho. Y con Adoración, eran uña y carne. Cuando compró mi parte, se llevó varias vacas de muy buenas, muchas pintas, le dije que las aguantara que le podía sacar algo".

Las reses adquiridas por Miguel fueron: Gaviota, Cabilosa, Pistolera, Molinera, Palmera (hija del toro Floriste, y bisnieta de Camillera), Florista, Violeta, Vinatera, Nerviosa y Camillera. Y en cuanto a toros, Islero, Artiste, Pistolero y Campeón. Este último fue el primer semental que tuvo Parejo y era hijo también de Floriste, nieto de Florista y bisnieto de Camillera. Además se llevó el manso Canario y la mansa Mandarina. Más tarde adquirió al toro Jardinero. 

Vaca Palmera.

La otra parte la regentó Fernando Salvador, que a posterior se juntó con Javier Reula y sacaron el hierro, marcando con una FS. En 2007 cuando fallece Fernando, se la queda su socio Javier, quien decide venderla a los Hnos. Miró y Fernando Mansilla. Años antes, Mansilla ya había realizado alguna adquisición a L'Hortolà, así como la compra del toro Caramelo. 

Se puede decir que estas dos ganaderías junto a la de Parejo, son las que mayor pureza poseen de este segundo ganado de L'Hortolà en la actualidad, que a la postre, procedía del primero

De la venta del primer ganado de Los Chacales, comentar que parte de esta ganadería fue adquirida por los Machancoses, así como el toro Cubano que marcó mucho, tanto en esta vacada como en la de Miguel Vilar "Lucas", y por parte de padre, este toro venía de L'Hortolà. Descubriremos más cosas de este gran raceador más adelante en otro reportaje que está en construcción. También podría tener algo las ganaderías procedentes del Paiportero, que fue pastor de Los Chacales y se quedó una parte del ganado.

Hasta aquí este viaje al pasado, ponemos fin al reportaje de una leyenda del ganado de corro, de un tipo genial, siempre con su sombrero, que en toda su vida hizo dos ganados, un referente dentro de este mundo, una historia que había que contar y que forma parte de nuestras raíces y cultura. ¿No es maravilloso que setenta años después todavía existan vacas y toros que procedan de aquella alquimia que realizó el abuelo Hortolà? ¡A mí me fascina!

José Salvador Bellés con su sombrero, l'auelo Hortolà.

Agradecer a Jose Salvador Montoliu, Pepe, hijo de José Salvador Bellés, por contarnos muchas de las vivencias que ilustran este reportaje, así como la fotografías cedidas para ilustrarlo, muchas de ellas compartidas también por su hermana Adoración. Y como no, a Miguel Parejo por compartir muchos detalles que nos han servido para dar más contenido si cabe al escrito. ¡Muchas gracias!

José Salvador Montoliu y su mujer.

Entrada de L'Hortolà en Cabanes.

Chiquilín estuvo más de 40 años de pastor en la casa.


Pepe y Fernando a la izquierda, hijos de L'Hortolà.

Pepe junto a la vaca Camillera y el toro Primero.

Las vacas de L'Hortolà por la playa de La Ribera.

Vaca Directora del primer ganado.

Animales de L'Hortolà en uno de los pueblos en los que corría.


Pepe junto a su hija.

La vaca Amapola, ya del segundo ganado.

Vaca Florista, también del segundo ganado.

Cabilosa, del segundo ganado, madre del Cabiloso, que la acabó Miguel Parejo.

Vaca Trampista, madre del Madrileño, en Cabanes.

Toro Fanfarrón, ya del segundo ganado.

Chiquilín con la vaca Modista, una de las mejores del segundo ganado.

Fanfarrón a la izquierda y Pantoja a la derecha.

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