El 7 de Setembre de Puçol es al Bous al Carrer lo que vendría a ser un Domingo de Resurrección en Sevilla o una Beneficencia en Madrid. Una de las fechas marcadas en el calendario que todo buen aficionado no se puede perder. Qué barbaridad de gente congregada alrededor del toro, para rendirle culto y demostrar que este mundo interesa y mucho. Cultura y tradición nuestra, le pese a quién le pese.
Y que cartelazo había preparado la comisión de este año, distintos ejemplares de bella lámina y pelaje, de distintas ganaderías y procedencias, el toro toro en la calle, íntegro y con el trapío suficiente para ser lidiado en cualquier plaza de primera.
Comenzamos con un espectacular Cebada Gago de pelaje cárdeno claro de nombre Ágil, nº 45 guarismo 8. Astifino y de norme seriedad por delante, un toro que no haría mucho más de 500 quilos pero con mucha plaza. Salió fuerte, pero al poco se paró y se puso a escarbar, con un comportamiento un tanto reservado. Luego le hizo un extraño al quiebro a un mozo, que salvó la situación con destreza. Al tercer envite, salió disparado a por el que lo citó, subió tres marchas de golpe y lo alcanzó. Cogida espectacular, en la que lanzó al aire a esta persona contra una farola. La suerte fue que se entretuvo con ella y no fue a más. Deseamos una pronta recuperación.
El toro en el poco tiempo que estuvo mostró mucho peligro y malas ideas.
Tostado fue un precioso ejemplar de Arauz de Robles de capa negra entrepelada, bragado y meano. Con algunos quilos menos si lo comparamos con los videos y fotos del cartel, pero muy bien puesto de pitones y con la típica expresión en la cara de esta ganadería.
De juego decir que tras la salida se fue por las calles y volvió a la arena algo desfondado. El adoquín le pasó factura. Fue un toro que le faltó algo de empuje, de querer más.
Volvía a encontrarme con otro de El Torero, en esta ocasión Estraperlita, número 97 guarismo 8, negro bragado, alto de cruz, un poco vareado, serio por delante e igualado de pitones. Fue el mejor de la tarde, hizo buena salida y se quedó bastante tiempo en la arena, quiso pelea, lo que permitió que los rodaors disfrutaran de su nobleza. Tal vez le faltó un poquito más de disparo, como el que han tenido otros hermanos suyos durante lo que llevamos de año. Cuando el nivel en una ganadería está tan alto, siempre esperas más.
Por cierto, al acabar la temporada, de alguna manera, algún estamento de este mundo tendría que reconocer el temporadón que se ha marcado el hierro de la T en la Comunidad Valenciana (y Terres de l'Ebre). Qué manera de sacar toros íntegros, bravos y de muy buena presencia. Ahí lo dejo.
Acabó la tarde con muy mal sabor de boca, el guapo marquesón castaño de nombre Hojaldrado de Guadajira, nº 26 guarismo 8, no nos brindó ni una arrancada. Salió al paso del cajón y poco más hizo. Si tenía algo se lo guardó todo para él. Algunos comentaron si estaba mermado de delante, pero no fue excusa para el comportamiento que ofreció.
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