DOS EMBOLADOS DE NOTA, PUNTILLERA Y LA NUEVA JUVENTUD
Llegar anoche a Sagunto y encontrarte con dos buenos toros embolados de corro cuando hace tiempo que había perdido la ilusión por este tipo de festejo. Cada uno con sus cosas, pero de esos que haría algún quilómetro que otro para volver a ver.
El primero de nombre Soberano nº 6 guarismo 5, colorado, con bastante cara, de la ganadería de Jaime Tárrega "Lucas", y que en la salida buscó las espinillas del cortador. Ole por él, que bien lo aguantó y como salió airoso del encuentro. El de la MV realizó una actuación con peligro sordo, bastante movilidad e incluso trabajando pirámide y cono, de las mejores actuaciones de un embolado que he visto en los últimos años. Aplausos al ser encerrado.
El segundo perteneciente a Jaime Pertegaz, correspondía al nombre de Zapatero, nº 28 guarismo 4, y al que cortó la cuerda una chica en un alarde de valor. Gran ovación se llevó por parte del respetable que llenó -bajo el aforo permitido- la portátil de Sagunto. El astado realizó una embolada de menos a más, con fijeza, prontitud y movilidad, tres cualidades básicas para el festejo popular. Dejó también un buen salto en la pirámide y se tiró con raza en el banco.
Del resto de animales exhibidos, resaltó la vaca de Jaime Tárrega "Lucas" de nombre Puntillera. Herrada con el nº 60 y guarismo 4, salió con mucho brío y dejó buenas subidas a la pirámide. También lo intentó en el cono pero le faltó algún valiente que la aguantara un poco más. El mejor detalle lo tuvo con Salva en el banco, le dio varias vueltas y se tuvo que salir porque la vaca lo apretó. Estuvo a punto de alcanzarlo. Tendremos que seguirla en lo que queda de temporada, en 2019 ya apuntó buenas maneras en sendas actuaciones en Altura y Benicasim.
La otra vaca presentada por el de Vilafamés no me gustó nada, atendía al nombre de Cubana y aunque tuvo movilidad, no mostró ninguna fijeza y anduvo muy suelta.
Pertegaz presentó también a la vaca Camarera y al capón Gitanillo. A la primera, bajo mi punto de vista, le falto algo de pelea, cuando se la dio Salva por la punta del banco, respondió con genio queriéndoselo comer. En cuanto al capón, mostró su nobleza y pronto salieron jóvenes de debajo de las piedras para intentar quebrarlo. Alguno bueno se vio, pero deberían también haber intentado trabajarlo en los obstáculos.
Es curioso como la juventud que se pone delante cada vez aprecia más su propio lucimiento, muchos condicionados por esta nueva sociedad en la que se busca siempre el éxito personal ante todo, el gustar a los demás, el aparecer en las redes sociales con afán de protagonismo. Hechos y valores antagonistas de lo que realmente necesita nuestra fiesta, en la que el eje principal debe ser el bravo, y se debería hacer siempre todo a favor de él.
Pero bueno, parece que vamos hacia ese nuevo mundo y pocos quedan como Salva Serrano -por poner un ejemplo y que anoche nos dejó los mejores momentos del festejo- quién debería ser un espejo donde mirarse para esta nueva juventud.
Chapó!
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