SOBRAL, MUCHO MÁS QUE UN PARAISO MULTICOLOR - 1ª PARTE

 Cuando se realizó el reparto de la herencia de la familia Passanha-Sobral, Manuel Passanha Sobral dijo que no quería recibir nada relacionado con el mundo de la ganadería brava. Un poco cansado de los nuevos tiempos, decidió apartarse de este mundo. Si bien, tenía claro que si alguna vez volviera a ser ganadero, lo haría con algo de procedencia Cebada Gago, le entusiasmaba.

En el año 2007 surgió la posibilidad de adquirir a Ángel Bohórquez parte de la vacada del hierro de la B de Herederas de Bohórquez. Manuel fue animado por sus familiares y amigos, todos le incentivaron a ser de nuevo ganadero, y casualmente, uno de sus hijos, trabajaba para Ángel en ese momento, y éste había trasladado su ganado a tierras portuguesas. Y también, coincidencias de la vida, este ganado procedía en un alto porcentaje de Cebada.





Se cuenta por tierras gaditanas, que Ángel Bohórquez -persona muy peculiar y que organizó cacerías de toro bravo- le compró ciento y pico eralas/utreras a Cebada, y dicen que Salvador se quedaba las que salían con más carbón y a Ángel le vendía las de más clase y nobleza. También se comenta por esos lares, que Ángel compró un toro a Santi Domecq de las mejores líneas ganaderas, concretamente un hijo de Pocopelo 21- semental estrella de la casa, hijo de Ajustador 11 de Cebada y de una vaca de Torrestrella. A las vacas con clase de Cebada, con una clase alegre que daba aquello, le echó este toro y además añadió también algo del Marqués de Domecq, que por aquel entonces estaba en muy buen momento. Consiguió reunir una amalgama más que interesante. Todo ello en una preciosa finca en Medina Sidonia llamada "El Machorro", en donde vivía prácticamente en semi-libertad todo el ganado.

La peculiaridad de Ángel es que no tomaba notas de sus animales, cuentan que seleccionaba únicamente por pelajes, lo que hizo a sus compradores, la familia Sobral, empezar casi de cero.

Volviendo al trato que se realizó -que fue un tanto peculiar- Ángel dividió la ganadería en dos partes, una primera elección priorizó a la familia Sobral, que eligió únicamente vacas y un semental (Castizo de nombre) y una segunda para José Luis Pereda, que se llevó el resto de vacada y los machos - que posteriormente comercializó.  

Castizo, semental estrella de Sobral, con el hierro de Hdras. de Bohórquez.

Hubiera sido un trato más de campo, a la antigua usanza, si no hubiese sido porque ninguno de los dos compradores conocía la existencia del otro, ni la familia Sobral sabía que J.L. Pereda estaba comprando media ganadería, ni viceversa. Se agravó la cosa cuando a la hora de cargar, el primero fue Pereda, y encima embarcó el semental que había elegido y apalabrado la familia Sobral. Al final hubo una pequeña discusión, entendible, pero todo quedó en anécdota y Castizo se fue para la ganadería portuguesa.

Jose Antonio Sobral, hijo de Manuel y con el que mantenemos una extensa conversación para realizar este reportaje, nos cuenta que los inicios fueron duros ya que no tenían la finca preparada para bravo, era una finca de labor y tuvieron que adaptarla por completo, incluso tenían que ir a tentar a la finca de su abuela.

Todo comenzó con esas ochenta vacas adquiridas a Ángel, la mayoría con el hierro de Herederas de Bohórquez pero todavía quedaban cinco del Marqués y nueve de Cebada. Y un semental, de nombre Castizo, sardo, marcado con la B, brocho, muy bonito de tipo, muy derecho, agarrado al piso, con buen cuello y por el que curiosamente, nos comenta Jose Antonio, se interesaron varios ganaderos, entre ellos, Salvador García Cebada. Puede que fuera descendiente del hijo de Pocopelo, pero los ganaderos no lo saben con certeza. Actualmente se encuentra disecado en la plaza de tientas.

"Nosotros elegimos vacas que nos gustaban, todavía algunas con el hierro de Cebada y Marqués, y luego de las marcadas con la B, elegimos un poco por trapío, porque no teníamos más datos. Aunque Ángel tentaba, él hacía la selección por pintas. Es algo curioso porque es como coger una ganadería de cero. El primer tentadero de las utreras que venían sin tentar de Bohórquez, que hacemos en 2007, lo hace Antonio Fernández Pineda, claro, nosotros teníamos gran curiosidad de como iba a salir eso. Habíamos visto algunas cosas que había lidiado antes, un toro de nombre Bollero lidiado en Las Ventas que salió extraordinario, una corrida completa en Madrid, también una novillada. Pero claro, a la hora de hacer el tentadero, no sabíamos que iba a pasar. Si habría bravura, si no, si tendría clase, si no, si la embestida era buena. Era muy curioso porque no se sabía nada. Y va y sale bueno el tentadero, sale con bravura y mucha transmisión, y la verdad que nos tranquilizamos bastante. Dijimos que teniendo bravura ya puedes hacer muchas cosas, seleccionando sementales y tal ya puedes ir hacia una embestida que te guste más. Bravura tenía, y curioso porque realmente no se seleccionaba, solo se miraban las pintas. Su manejo en el Machorro era muy libre, en total libertad y dejado de la mano del hombre. Y creo que eso podría haber influido en mantener un poquito la bravura de los animales" cuenta Jose Antonio Sobral de los inicios.








Los tentaderos salieron con carbón, con cierta movilidad, y lo que comenzaron a hacer para orientarse un poco sobre la ganadería, es ir preguntando a los toreros que iban allí a tentar, según nos explica el ganadero: "Los toreros que habían tentado allí nos decían que esto embestía, que era una ganadería brava. También sabemos que el que tienta el semental Castizo, que da origen a todo lo nuestro, es Tomás Campuzano, con el que nos une muy buena relación con la familia, y nos sirvió también como dato para saber que el semental era bueno. A parte, lo que nos interesaba era lo que daba, y lo que fue sacando fue saliendo bastante bien. Gracias a ese semental, desde el inicio la ganadería comenzó funcionando. Fue bastante agradable para nosotros coger algo que de primeras funciona".

Poco a poco durante los años siguientes, fueron incrementando el número de vacas madre, no intencionadamente, sino porque las tientas iban saliendo bien y fueron aprobando lo que realmente les gustaba, y cuando se dieron cuenta, la vacada había crecido considerablemente, hasta llegar actualmente a las ciento cincuenta vacas.

Otro hecho reseñable fue la muerte del semental Castizo, de repente enfermó y se les murió. ¿Que hicieron? Pues seleccionar varios toros de saca y meterlos en la plaza, todos ellos hijos de él. Los tentaron Pérez Mota y Octavio Chacón. El primero no se quemó, en el caballo no gustó, y los tres siguientes se torearon y se aprobaron. Estos fueron el número 70, el 74 y el más importante, el 65 de nombre Escarbador, todos ellos del guarismo 8 - y todos de pelaje, 70 carbonero y 74 y 65 sardos.

"De esos tres hacemos prácticamente toda la ganadería, y los aguantamos mucho tiempo, y de los tres, el 65 daba mejor que los demás. El 70 daba más bravura, el 74 daba más trapío, el 65 daba un conjunto más perfecto digamos. El 65 lo teníamos muy cuidado, le echábamos las más seleccionadas, tenía su lote especial. El 74 murió, el 70 se va a mandar para desecho este año y el 65 nos lo vamos a quedar por si algún año le echamos alguna vaca, lo tendremos cuidándolo. Este 65 es parecido a su padre Castizo, sardo, con más perfil de pitones, no tan brocho, un poquito más abierto de cuerna, pero una cara agradable" matiza Jose Antonio al hilo de los tres sementales estrella de la casa. De este 65 Escarbador, hay una particularidad, se hizo daño en una pezuña y estuvo dos años sin cubrir una vaca, por lo que tienen muy poco de él, lo han tenido menos de lo que quisieran.

Semental de nombre Escarbador nº 65 g.8 - Foto:Arse y Azpi

Semental nº 70 g.8 - Foto:Arse y Azpi.

A la pregunta de que origen tiene más importancia en la ganadería, si Cebada o Marqués, nos contesta que está todo totalmente cruzado, y que no tienen ninguna relevancia a la hora de hacer la selección y los lotes. 

"Generalmente no destaca más una rama u otra, está todo tan homogéneo, que no destaca sobre el otro. A veces aparece un toro más en Cebada en tipo, pero claro Marqués y Cebada son de tipos semejantes, con mucho trapío pero no de demasiado tamaño y peso. Su fenotipo es bastante semejante sobre todo cuando lo cruzas. A veces dices aquel está amarquesado, aquel es más cebadita, pero luego te vas a los libros y te equivocas. Actualmente, no es nada en lo que nos centremos demasiado en conocer hacia atrás, porque ten en cuenta que esto es de 2007, y ahora estamos ya en 2021. Al principio sí que nos fijábamos, pero ahora ya casi todas las vacas tienen nuestro hierro. Vacas con el hierro de Bohórquez todavía nos quedan, de Cebada y Marqués no, y de Condesa Sobral la última se nos murió hace dos años" comenta al respecto.













De las familias más importantes de la vacada, destacan sobre todas dos, la de las Manijeras - de origen Marqués- y la de las Romeras. También hay otra familia relevante, que tiene un porcentaje del origen antiguo de Passanha, del que han lidiado algunas corridas a pie porque era un tipo no tan destartalado y salió bastante bueno. Es la reata de las Janotas. En cuanto a vacas importantes que siempre dan buenos productos encontramos tres a las que los ganaderos tienen especial cariño: Dolorida nº 67, Bisca nº 157, Sendera nº 337 y Escarbadora nº 20, con el hierro de la B y madre del semental Escabador 65.

Al hilo de esto, nos cuenta: "A estas que siempre dan bueno, intentamos ya fijarnos en el fenotipo del animal, si a una vaca le falta cara, la pondremos con el semental que tenga más cara, si le falta tamaño, pues con el semental que sea más grande, etc. Primero buscamos el comportamiento, y luego vemos si podemos darnos el capricho de poder buscar el fenotipo".

Si se han fijado en el origen de las Janotas, habrán observado que se ha comentado que procedían de lo antiguo de Passanha. Pues bien, posteriormente a la compra de 2007, adquieren 15 vacas con el hierro de Condesa de Sobral y de la antigua procedencia. Jose Antonio nos lo explica perfectamente a continuación:

"Cuando vamos a recuperar vacas a la ganadería de Condesa de Sobral, Álvaro Domecq Díez, vende todo lo antiguo de mi abuela y mete Torrestrella puro, por lo que nosotros, para recuperar lo antiguo, tuvimos que acudir al comprador de esas vacas. Nos llegan 15 vacas de cierta edad, aprobadas en tentadero por Álvaro Domecq. Esas 15 vacas las mantuvimos con un semental de la antigua ascendencia, pero el resultado en el tentadero al lidiar a pie no era el que nosotros buscábamos, y utilizamos los productos para corridas de rejones en Portugal, y algún concurso de ganaderías. Pero lo fuimos quitando y muchas vacas se fueron muriendo por su edad avanzada, y de las crías, muchas fueron rechazadas en tentadero, y las pocas que se quedaron ya fueron mezcladas con el semental que compramos a Herederas de Bohórquez. A partir de ahí se fue diluyendo. De vez en cuando en algún toro se aprecia el trapío exagerado que daba ese encaste, y lo dejamos para el rejoneo en Portugal".






Para conocer un poco más esa antigua procedencia, tenemos que remontarnos a 1880 cuando Filiberto Mira formó su ganadería con reses originarias de Casta Jijona. En 1902 pasó a la viuda de Antonio Soler, Casimira Fernández, que establece el hierro de la S dentro del óvalo, y añade ejemplares de Ibarra, Campos Varela y Conde de la Corte. En 1936 la vacada es adquirida por Claudio Moura -tío abuelo del famoso rejoneador- y se traslada a tierras portuguesas. 

En 1956 es adquirida por Diego Passanha, uno de los más importantes propietarios agrícolas del Alentejo portugués. En 1960, Diego adquiere un lote de vacas y los sementales Fornarin y Biengranado a Urquijo, puro Murube, y se llevan tres líneas de sangre por separado: la pura Soler, la pura Murube y el cruce de Soler-Murube.

En 1963 fallece Diego Passanha y la ganadería pasa a sus hijos Luis y Maria, que lidian unos años como sus herederos pero que a posteriori dividen la ganadería. Las reses puras Murube van para Luis, y las cruzadas y puras Soler para Maria. Maria se quedó también con el hierro de la S dentro del óvalo y Luis adquirió otro hierro y lo varió por la P dentro de un escudo. La ganadería de Luis se anunció como Passanha, y la de Maria se denominó Condesa de Sobral. Cabe recordar que estaba casada con el Conde de Sobral, cuyos antepasados ya fueron ganaderos desde 1845 con reses del Marqués de Ponte de Lima, hasta los años 20.

En 1974 estalla en Portugal la Revolución de los Claveles, que fue un barapalo para las ganaderías de bravo, muchas fincas expropiadas y saqueadas y en algunas incluso tomaron el control los revolucionarios. Luis corrió mejor suerte y pudo mantener su vacada, mientras que Maria y su familia, tuvieron que huir a España y refugiarse en Sevilla. De 250 vacas, se quedaron en 60, y tras la revolución, se hizo cargo Manuel Sobral, uno de los hijos de Maria Passanha. 

En 1991 se reparte el patrimonio entre los hijos de Maria, quedándose el bravo Joaquin Sobral, quien en el año 2000 vende la ganadería y el hierro antiguo de Soler a Álvaro Domecq y Luis Erquicia. En estas nuevas manos, el ganado original fue reemplazado por puro Torrestrella. A pesar de los cambios, esta ganadería sigue denominándose Condesa de Sobral.

"Mucha gente relaciona Condesa de Sobral con el hierro del óvalo y la S dentro, ese hierro es realmente de la Viuda de Soler. Lo que pasa es que mi abuela lo utiliza cuando cambia el nombre a Condesa de Sobral. La P de Passanha se la queda mi tío abuelo" clarifica Jose Antonio al respecto.

Hemos creado este gráfico para de una manera más visual, clarificar las procedencias y las diferentes manos en las que estuvo cada hierro y ganadería.


Hasta aquí este primer post dedicado a esta ganadería, les emplazamos a la segunda parte en la que Jose Antonio Sobral nos seguirá abriendo las puertas de su casa para aprender más si cabe sobre esta vacada, sus secretos y que es lo que opina sobre el momento actual de la fiesta.

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